MIEDOS AL VOLANTE

No a todo el mundo le gusta conducir, es más hay mucha gente que aunque tengan el carnet de conducir no se atreven a coger el coche aunque sea por una urgencia, no cogen el coche ni para llevar a un familiar al Centro de día centro Madrid tienen demasiado miedo para poder conducir.Además en una ciudad como madrid en la que el tráfico es muy intenso les cuesta mucho más coger el coche, por una parte mejor para los que sí conducimos ya que así nos ahorramos a más conductores que van entorpeciendo al resto de los conductores, pero a ellos no les beneficia en nada, no puedes vivir con miedo a coger el coche sino no podrán hacer un montón de cosas que para todo el mundo son cotidianas.

 

No todos los miedos a conducir tienen los mismos motivos, mucha gente le ha cogido miedo a conducir a consecuencia de haber sufrido alguna clase de accidente, aunque no estuviesen conduciendo ellos mismos, todos nos hemos visto mezclado en algún accidente, pero no veo que por tener un accidente vayas a tener que dejar de conducir, otra cosa es si en el accidente sufrido haya habido algún fallecido lo cual ya sería un poco más razonable, pero aún así hay que sobreponerse.

 

Y tampoco es necesario que tengan carnet para no querer conducir, conozco muchas personas que llevan años matriculadas en la auto escuela, pero que ni tan siquiera van, como ya les llevan para que molestarse en sacarse el carnet, el problema de esto es que no siempre van a tener a alguien dispuesto a llevarles en todo momento, por lo que se tendrán que buscar la vida como puedan, ya bien sea en taxi o en autobús, lo que les sea más económico.

 

Estoy de acuerdo con que ya hay demasiados conductores y que va a haber más y más cada año, pero viendo como la gente gasta sus puntos a lo loco, al final solo vamos a quedar los que hayamos tenido una conducción más responsable sin hacer el loco en todo momento como hacen muchos, al volante siempre responsabilidad.

Un segundo coche en casa

En ocasiones surgen circunstancias que obligan a tener que comprar un segundo coche en casa sin tener planificado hacerlo. Un cambio en el trabajo que hace que a partir de ahora ambos miembros e la pareja tengan que conducir cada día, un hijo que necesita del vehículo para trabajar o para ir a sus clases o circunstancias que hagan necesario que en el hogar haya siempre un coche disponible para poder usarse.

El segundo vehículo es algo habitual cuando se tienen hijos que, llegados a cierta edad comienzan a conducir y a tener necesidades de desplazamiento por diferentes causas. Quizás hasta aquel momento con un coche en la familia era suficiente, bien porque los padres trabajaban cerca de casa o bien porque tenían transporte público para hacerlo.

En muchos casos, el coche familiar pasa a ser el segundo vehículo, siendo utilizado por quién debe de recorrer menos kilómetros al mes y se compra un coche nuevo o semi nuevo que pasa a ser el vehículo de quién conduce más distancias. Pero si ya se tiene un coche nuevo que se ha comprado hace poco, ¿realmente vale la pena el esfuerzo de tener dos vehículos recién comprados?

Contar con un segundo coche tiene ventajas, pero hay que tener en cuenta todos los gastos. No se trata tan solo de lo que cueste el vehículo en sí mismo, sino de su mantenimiento. Las revisiones, los cambios de aceite, las posibles reparaciones que puedan surgir, el pago del rodaje o el pago del seguro obligatorio son algunos de los gastos qu conlleva tener un coche.

Por eso, en estos casos, lo mejor suele ser recurrir a un vehículo de segunda mano, como un Seat barato, que nos haga el trabajo pero sin meternos en un gasto demasiado grande de forma inesperada. Pagar las letras de dos coches nuevos puede ser un gasto excesivo para cualquier familia, sobre todo sumando los gastos ya mencionados, mientras que un vehículo usado puede comprarse por poco dinero.

Aunque ahorrar es importante, también lo es comprar algo de calidad que dure y que esté en buen estado. Por eso es recomendable adquirir el coche de segunda mano en un establecimiento de compra/ venta de vehículos en el que podremos contar con las garantías legales correspondientes. Allí también podremos elegir entre diferentes modelos el que mejor se adapte a lo que necesitamos en ese momento.

Cómo elegir la mejor clínica de medicina estética

Si estás decidida a realizar una operación de cirugía plástica, lo primero que debes hacer es encontrar una clínica adecuada. Es una fase que deberás tomar con calma. Informarse bien, comparar experiencia y precios.

Si es la primera vez que te vas someter a una operación de este tipo, es normal que sientas un poco de ansiedad. Es como entrar en mundo nuevo que desconoces. Por eso es importante contar con personas de confianza que guíen. Por ejemplo, si necesitas un Experto en liposucción en vigo, lo primero que debes hacer es preguntar a alguna persona conocida que haya usado estos servicios. Y si no tienes a nadie, recabar información, primero por internet, y luego in situ.

Hay que tener en cuenta que España, por suerte, es un país muy avanzado en técnicas de cirugía plástica y cuenta con una legislación muy taxativa. Un profesional de cirugía estética debe tener una formación médica oficial y una especialización en cirugía plástica y medicina estética. Son muchos años de estudio para ejercer su labor de forma solvente. Por lo tanto, no debemos preocuparnos por la seguridad de los procedimientos. Ahora bien, como en todos los trabajos, existen buenos profesionales y profesionales menos buenos.

¿Cómo acertar en nuestra elección? Una vez que tengamos información sobre lo que buscamos, por ejemplo Experto en liposucción en vigo, debemos solicitar una primera reunión para explicar lo que queremos hacer y escuchar al cirujano que nos va atender. Al tratarse de operaciones de cirugía, aunque sean sencillas, la confianza del paciente hacia el cirujano es fundamental para afrontar la operación con tranquilidad. Por eso, este primer contacto es tan importante.

La experiencia es un grado. Por lo tanto, muchos clientes apuestan por cirujanos con una sólida experiencia. No obstante, hay que romper también una lanza en favor de los profesionales más jóvenes que pueden realizar un trabajo igual de solvente sin tener tanta experiencia y, a menudo, a un precio más ajustado.

Formación, confianza, experiencia y precio, esos son los 4 elementos en los que debemos fijarnos a la hora de buscar una clínica estética.