LA PRESIÓN MANDA

Cuando te llaman de una empresa de call center la gran mayoría de las veces te toca hablar con una persona de algún país sudamericano que aunque supuestamente hablamos el mismo idioma, las palabras que utilizamos no significan lo mismo por lo que muchas veces no conseguimos entenderlos. ¿Porque no nos llaman desde la ciudad en la que nos encontramos? O por lo menos desde el mismo país, ya que lo lógico es que si estás en coruña debería de llamarte una empresa de servicios de call center en a coruña y no que te llamen desde bogotá o cualquier otra ciudad de sudamérica.

 

En España en las empresas de servicios de call center hay que pasar unas pruebas para que te contraten y la verdad por lo que pagan no merece la pena todo el estrés por el que hay que pasar, tengo amigos que han trabajado en una empresa de este estilo y me han comentado que les están metiendo presión durante toda la jornada laboral para que consigan vender más, por norma general hay incentivos para el que consiga vender más, por lo que el trabajo al final se convierte en una competición. Y eso conlleva que los vendedores tengan que decir lo que haga falta para así conseguir más ventas, supuestamente no pueden mentir sobre lo que les están vendiendo, pero creo que esa regla se la saltan a la torera, por mucho que haya escuchas a los comerciales o que las llamadas estén grabadas.

 

A decir verdad mis amigos que trabajan o que han trabajado en empresas de este estilo no es que hayan estado a gusto, ya que la presión no todo el mundo es capaz de llevarla del mismo modo y mucha gente tiene que abandonar su puesto dado que no aguantan la presión o bien por no vender o por vender menos de lo que le pedían. Pero a mucha gente no le queda otro remedio que seguir en ese puesto aunque no le guste, porque la necesidad apremia y los tiempos no están para dejar trabajos y las empresas se aprovechan de esa situación.

No renuncies a la leche

Actualmente existen muchas campañas que, bajo falsos argumentos, pretenden hacer ver al consumidor que la leche de vaca no es una buena opción para alimentarse, a pesar de que hace caso ocho mil años que el hombre la consume y no le ha ido nada mal haciéndolo. Por supuesto, si no se hizo antes fue tan solo porque el hombre no había descubierto la agricultura y, por tanto, no tenía vacas a las que poder ordeñar.

No obstante, cualquier persona razonable estará totalmente de acuerdo con quienes dicen que los animales deben de ser tratados de la mejor manera posible. Por eso, consumir marcas de leche que sabemos que se preocupan por el bienestar de sus vacas es una manera de ayudar a que todo sea mucho más justo para el animal y, de paso, repercuta en una mejor calidad para el consumidor.

Una vaca que se alimente con hierba fresca, aunque no sea la única alimentación que reciba, dará una leche de mejor calidad y con una mayor carga de Omega 6, por lo que será un alimento mucho más saludable y mucho más equilibrado en sus cargas de Omega 3 y Omega 6. Un buen ejemplo es la leche asturiana ya que en esta zona, debido a su clima y a su abundancia de pastos, es fácil alimentar a los animales con hierba fresca.

Cada día estamos más concienciados de que los huevos que consumimos deben de proceder de “gallinas felices”, es decir, de aquellas que no se pasan la vida metidas en una jaula. Con la leche, debemos de tener la misma filosofía y recompensar a las marcas que permiten a su ganado pastar al aire libre y que tienen normativas muy estrictas respecto a cómo se trata a los animales.

No se trata por tanto de renunciar a la leche, sino de abogar por una leche de calidad, procedente de animales que tienen unas condiciones dignas y que, por tanto, nos puede aportar vitaminas y grasas muy saludables sin que nadie salga perjudicado por eso. Un mundo más racional y más sostenible en el que no se trate de que una vaca dé el doble de libros de leche, sino que nos ofrezca el doble de calidad en el producto.

La leche lleva miles de años formando parte de nuestra dieta y debe de seguir ahí, sus valores nutricionales al avalan como un gran alimento no solo para niños, también para los adultos.