¿Has asegurado tu nuevo teléfono?

Si esta Navidad te ha dejado bajo el árbol un nuevo teléfono, enhorabuena, sobre todo si es uno de gama alta de esos que todo el mundo desea tener. Los precios de estos teléfonos son muy altos pero, por desgracia, sufren accidentes con la misma frecuencia que el resto. Uno de los problemas más frecuentes con teléfonos como los iPhone, por ejemplo, es la ruptura de la pantalla debida a un golpe.

Cuando esto ocurre nos damos cuenta de que el precio de los repuestos de este tipo de teléfonos es acorde con su precio. Cambiar la pantalla es muy caro, sobre todo porque hay que hacerlo con un buen técnico para garantizar que no se van a dañar otras cosas en el teléfono y que todo va a funcionar correctamente.

Por eso, contar con un seguro para el movil es tan importante. El seguro puede cubrir muchas cosas pero una de las más frecuentes es, precisamente, la pantalla. Así, si se rompe por un accidente, solo hay que llevarla a cambiar por otra con todas las garantías y sin tener que pagar un dinero extra encima de todo lo que se ha pagado ya por el teléfono, o lo que ha pagado ya nuestro Rey Mago particular.

Este tipo de seguros suelen pagarse mensualmente, algo que nos beneficia ya que la cantidad que hay que abonar es tan pequeña que no hay problema alguno en hacerlo. Por muy poco dinero estaremos totalmente cubiertos y al pagarlo mes a mes ni nos estaremos enterando de que abonamos un seguro todos los meses.

Es básico leer bien el contrato para saber no solo qué es lo que nos cubre el seguro, sino también aquello que no nos cubre. Muchas personas saben que el robo está cubierto en este tipo de seguros, pero desconocen que el hurto no. La diferencia entre un robo y un hurto es desconocida para muchos de los que suscriben un seguro y se encuentran que, cuando su teléfono desaparece de su abrigo en el trabajo o se lo llevan en un descuido, no está realmente cubierto.

Conocer todas las coberturas y asegurarlo exactamente para eso que se desea es fundamental cuando se quiere tener todo previsto y por eso leer los contratos y preguntar todas las dudas antes de firmarlos es inteligente y ayuda a contratar exactamente lo que se desea, sin problemas.