MIEDOS AL VOLANTE

No a todo el mundo le gusta conducir, es más hay mucha gente que aunque tengan el carnet de conducir no se atreven a coger el coche aunque sea por una urgencia, no cogen el coche ni para llevar a un familiar al Centro de día centro Madrid tienen demasiado miedo para poder conducir.Además en una ciudad como madrid en la que el tráfico es muy intenso les cuesta mucho más coger el coche, por una parte mejor para los que sí conducimos ya que así nos ahorramos a más conductores que van entorpeciendo al resto de los conductores, pero a ellos no les beneficia en nada, no puedes vivir con miedo a coger el coche sino no podrán hacer un montón de cosas que para todo el mundo son cotidianas.

 

No todos los miedos a conducir tienen los mismos motivos, mucha gente le ha cogido miedo a conducir a consecuencia de haber sufrido alguna clase de accidente, aunque no estuviesen conduciendo ellos mismos, todos nos hemos visto mezclado en algún accidente, pero no veo que por tener un accidente vayas a tener que dejar de conducir, otra cosa es si en el accidente sufrido haya habido algún fallecido lo cual ya sería un poco más razonable, pero aún así hay que sobreponerse.

 

Y tampoco es necesario que tengan carnet para no querer conducir, conozco muchas personas que llevan años matriculadas en la auto escuela, pero que ni tan siquiera van, como ya les llevan para que molestarse en sacarse el carnet, el problema de esto es que no siempre van a tener a alguien dispuesto a llevarles en todo momento, por lo que se tendrán que buscar la vida como puedan, ya bien sea en taxi o en autobús, lo que les sea más económico.

 

Estoy de acuerdo con que ya hay demasiados conductores y que va a haber más y más cada año, pero viendo como la gente gasta sus puntos a lo loco, al final solo vamos a quedar los que hayamos tenido una conducción más responsable sin hacer el loco en todo momento como hacen muchos, al volante siempre responsabilidad.

Contratar un centro de día o un centro terapéutico

Cuando una persona es diagnosticada con Alzheimer lo normal es que caiga como un jarro de agua fría y tras un primer momento de incredulidad se empiece a estudiar qué hacer. La enfermedad obliga a cambios en la vida de la familia, pero también se hace necesario buscar terapia que ayude a frenar el avance de la enfermedad dentro de lo posible.

Algunas familias optan por llevar a sus enfermos a centros terapéuticos en los que diferentes profesionales pueden ayudarlos mediante estimulación cognitiva o ejercicios de fisioterapia. Pero estos centros funcionan de una manera similar a una clínica. El enfermo acude junto con un familiar o cuidador que se encarga de atenderlo y que una vez que acaba la terapia se lo lleva a casa.

Pero esto puede ser insuficiente en muchos casos, ya que la familia debe de atender a su trabajo o a hijos pequeños y no pueden acompañar al enfermo a la terapia o tenerlo bien atendido en casa durante todo el día. En estos casos, se hace necesario buscar un Centro dia centro Madrid para darle una atención más integral al enfermo.

En un centro de día no solo se le proporcionan terapias, también se le ofrece cuidado. Allí puede estar la persona durante las horas que sea necesario para la familia, recibiendo terapias, cuidados, alimentación, aseo y todo lo que pueda necesitar el tiempo que esté contratado.

La familia, mientras tanto, puede continuar con su vida y acudir a recoger al enfermo en el horario acordado, para que este pueda estar en su casa durante la noche. Estos centros funcionan además como local de actividades, ayudando a que los enfermos mantengan, dentro de sus posibilidades, una vida social satisfactoria.

Estos centros suelen trabajar en coordinación con el médico neurólogo que atiende al enfermo y que envía sus informes al centro para que allí tengan una idea clara del estado de la persona. En algunos casos, el neurólogo también puede solicitar un informe de estos profesionales para tener una opinión más clara sobre su evolución.

Incluso en algunos casos, los centros de día pueden ofrecer a la familia la posibilidad de que el enfermo sea tratado por un médico experto en neurología dentro del mismo centro para que todo esté más centralizado y coordinado. La labor de la familia es también importante, ya que tienen que colaborar con los profesionales en todo aquello que se les solicite.