Esta casa es una ruina

Miro mi nueva casa y pienso en aquella película protagonizada por Tom Hanks y titulada ¡Esta casa es una ruina! Es una comedia de los 80 que me hizo bastante gracia en su día y envejeció bastante bien, al contrario que otros títulos de aquella década. En dicha película, la pareja protagonista es timada por unos vendedores y acaban comprando una gran casa de estilo colonial… que es una verdadera ruina. Pero se lo toman con serenidad y deciden rehabilitar la casa… durante mucho tiempo.

En ¡Esta casa es una ruina! el encargado de obra siempre les repite “2 semanas” a la pregunta de cuánto tiempo queda para terminar las obras. En nuestro caso, no tenemos encargado de obra. Somos nosotros mismos los que nos repetimos que quedan 2 semanas cuando echamos un vistazo a nuestro alrededor y comprobamos que todo está manga por hombro.

Uno de los problemas reside en que los otros pisos en los que habíamos estado antes tenían muebles. Y aquí nos ha tocado comprar casi todos los muebles. No teníamos ni colchones y somieres, por ejemplo. Dos de las tres habitaciones van a ser dormitorios, por lo que necesitamos dos cosas de casi todo. Además del gasto que supone, conlleva mucho tiempo.

Y es que se da la circunstancia de que no somos personas muy decididas. Nos gusta mirar y remirar hasta dar con la tecla, como se suele decir. Nunca compramos lo primero que vemos. En otras circunstancias esto tiene un innegable beneficio, pero cuando se trata de llenar una casa de muebles, la cosa se complica.

Por ejemplo, en el caso de los colchones y somieres ya hemos estado bastante tiempo. Para mí el colchón es un tema esencial. Sé lo que es dormir durante años en un colchón incómodo y no pienso repetir la experiencia. Pero hoy en día existen tanta variedades que uno sabe qué hacer. Y así con todo: de todo hay multitud de opciones.

Yo creo que es uno de los problemas de la actualidad a todos los niveles: hay demasiada oferta de todo, demasiados tipos de yogures… y demasiados tipos de colchones. Pero en fin, no nos queda otra opción que hacernos expertos en muebles y complementos de hogar si queremos que esta casa deje de ser una ruina…