Okupas en casa, un problema muy actual

Cuando se tiene un piso que no se utiliza uno de los riesgos más serios que se corre hoy en día es que pueda ser ocupado de manera ilegal por gente que se niegue a salir de la casa. En estos casos, el propietario queda en un verdadero estado de indefensión ya que puede denunciar y sabe que acabará ganando, pero el proceso puede ser muy largo y cansino y mientras se produce una sentencia favorable quizás el piso esté siendo destrozado por sus ocupantes, a los cuales les importará muy poco conservarlo en buen estado.

Ante este problema algunos propietarios optan por esperar a que los ocupantes del piso lo dejen durante un rato para buscar a un cerrajero en madrid y cambiar la cerradura de la casa, recuperándola de este modo. Pero normalmente no es tan sencillo. Como conocen esta posibilidad, la mayoría no dejan jamás la casa sola y si el propietario trata de entrar a la fuerza y echarlos puede ser detenido al momento.

Una verdadera ironía, ya que el propietario puede acabar en el calabozo por querer entrar en una vivienda que es suya y que jamás cedió a la gente que está dentro en ese momento. Mientras, la ley ampara a esos ocupantes ilegales, permitiéndoles seguir dentro o, lo que es lo mismo, impidiendo que se les eche. Y todo puede seguir así durante muchos meses, hasta que acaba habiendo sentencia y la policía puede actuar.

Incluso hemos podido enterarnos de casos en los que los ocupantes ilegales piden dinero a los legítimos propietarios a cambio de marcharse y devolverles una casa totalmente deteriorada y saqueada. Un chantaje en toda regla al que algunos acaban cediendo para poder recuperar su vivienda y arreglarla porque la necesitan de manera urgente. Incluso hay personas que se dedican a realizar estas ocupaciones para poder obtener dinero de los diferentes propietarios.

Entonces, ¿qué se puede hacer para evitar una ocupación ilegal de la vivienda? Es imposible evitarlo al cien por cien, pero se puede tratar de evitar visitando la casa con frecuencia. Si no se va a usar la casa durante mucho tiempo se puede alquilar a una persona de confianza, incluso a un precio simbólico para que la cuide y no esté vacía. De este modo, cuando la necesitemos nos la devolverán sin problema y además la conservarán en buen estado.