Como actuar si la persiana de un negocio no abre

Muchos negocios están protegidos por persianas metálicas para evitar robos. Estas persianas suelen tener dos sistemas diferentes: En algunos casos estamos hablando de persianas automáticas cómodas y modernas. El dueño del establecimiento o el empleado encargado de la apertura solo tiene que introducir una llave en un dispositivo junto a la puerta, girarla y las persianas se abren automáticamente. Cuando hay varias persianas protegiendo la puerta y el escaparate, normalmente abren todas de una vez con solo introducir una llave.

En otros, hablamos de las tradicionales persianas con el cierre en la parte de abajo, que se debe de abrir y tirar de la persiana hacia arriba manualmente. Cada persiana se abre de manera independiente y tiene su propio cierre. Es un sistema más incómodo pero también es más económico, por eso se ve en muchos pequeños negocios, especialmente cuando hay que colocar varias persianas.

Si se acude a trabajar y la persiana no abre puede ser que el mecanismo mecánico se haya estropeado, si se trata de los modelos con motor. Pero también puede ser que se haya dañado la cerradura en el caso de los modelos más sencillos. Quizás alguna persona haya introducido algo en el agujero de la cerradura impidiendo que pueda entrar la llave o se haya atascado de manera accidental.

En estos casos, hay que tomar una decisión rápida. Se puede llamar a los mismos que han instalado las persianas, pero si estas ya no tienen seguro habrá que pagar la visita, la cual no será barata. En muchos casos, la empresa no empieza a funcionar con el mismo horario que el negocio o incluso no pueden acudir al momento.

Si esto pasa, no se podría abrir el negocio, lo cual seguramente ocasione pérdidas importantes, ya que no solo se dejará de vender, habrá que pagar el sueldo a una persona que no esté trabajando realmente en caso de que haya empleados y además se puede perjudicar la imagen del establecimiento.

La mejor solución es llamar a Cerrajeros urgentes Pamplona 24h, ya que un servicio de cerrajería urgente asegura atención en muy poco tiempo. Normalmente, estos profesionales pueden ocuparse de ambos tipos de persianas, al menos para levantarlas y que se pueda llevar a cabo el trabajo, aunque haya que acudir más tarde para reparar la avería que tengan los motores o para cambiar la cerradura.

Descubriendo la cocina al horno

Todo cambió hace un par de Navidades. En casa de mi suegra olía a chamusquina, pero peor que otras veces. Estábamos todos en el salón, cuando empezamos a notar que el raro olor venía acompañado de humo. Raudos nos desplazamos hacia el lugar de los hechos, donde vimos que los langostinos se estaban pasando de vuelta y el fuego comenzaba a subir hacia las paredes. Mi suegro actuó con rapidez para evitar males mayores.

Tuvieron que venir hasta los bomberos. Se habían quemado los estores cocina, parte del armario, la encimera… La cosa fue bastante grave a nivel material, pero todos salimos bien parados físicamente. Aquella Nochebuena tan especial me supuso, sin embargo, mantener una larga conversación con mi suegra sobre la cocina al horno.

Para mí, el horno siempre había sido una especie de convidado de piedra, casi como el lavavajillas. Suelen estar en las cocinas, pero yo era más de nevera y fogones. El horno sí, para calentar unas pizzas o descongelar pan, funciones instrumentales, pero poco más. Lo de asar un pollo o cocinar una lubina al horno me parecía de 2 estrellas Michelin, algo solo al alcance de los elegidos. Pero, por supuesto, no es así.

Mientras mi suegra descolgaba los estores cocina semiquemados me empezó a indicar que el horno era súper fácil de usar para decenas de recetas, que no había que tenerle tanto miedo, y que servía para algo más que para cocinar pizzas.

Así que cuando volvimos a casa me puse el gorro de chef y empecé con el horno. Lo primero que hice fueron unas verduras al horno. La parrillada de verduras era uno de nuestros platos preferidos, pero probamos a hacerlas al horno y también quedaron muy sabrosas. Y después nos pasamos al pescado. Apostamos fuerte y fuimos a por la lubina, un pescado que nos gusta mucho cuando salimos fuera a comer, pero que nunca habíamos hecho en casa. Tengo que decir que la primera vez no nos quedó fetén, pero era comestible… De cualquier manera, el horno se ha convertido en una pieza indispensable de nuestro día a día.  

Las piscinas cubiertas atraen clientes a los hoteles

En las ciudades con mucho turismo la competencia entre los hoteles es fuerte. En un mismo nivel de estrellas y en un rango de precios similar, hay que buscar siempre la manera de ofrecer algo diferente para que los viajeros prefieran un determinado establecimiento por delante de los demás.

Desde el punto de vista de los viajeros, todo aquello que se ofrezca a mayores, sin repercutir en un aumento de precio excesivo, es siempre muy bien recibido. Y una de las cosas que más suelen valorar es el que existan piscinas cubiertas que se puedan disfrutar todo el año.

En los buscadores de hoteles es fácil filtrar las preferencias de los clientes y las páginas que controlan dichos buscadores saben bien que las piscinas cubiertas son uno de los requisitos más solicitados. De este modo, sin importar el momento del año, el cliente puede darse un baño durante sus vacaciones o disfrutar con sus hijos de un rato en la piscina en las horas de más calor del verano, cuando salir a la calle es casi imposible.

Muchos hoteles tienen piscinas exteriores, pero la piscina cubierta tiene una gran cantidad de ventajas:

-Se utiliza todo el año. No importa si hace frío o incluso si está nevando. La piscina cubierta estará climatizada y a la misma temperatura todos los días. Para muchas personas la piscina es sinónimo de vacaciones y si hacen una escapada invernal todavía disfrutarán más de un baño que seguramente, no puedan darse habitualmente hasta el verano.

-Incluso si la piscina no está climatizada y solo se usa en verano, permite que los huéspedes puedan usarla en los días de lluvia o durante la noche, cuando es preferible estar ligeramente protegidos. Un mal día no tiene por qué arruinar las vacaciones, solo habrá que cambiar de planes y en lugar de salir, disfrutar de una jornada de piscina.

-Una piscina cubierta puede ser el primer paso para empezar a instalar servicios de spa y masajes. Una vez que se tiene la piscina y se ve que tiene demanda solo es cuestión de valorar convertir una parte en zona de baño y otra parte en zona de spa mediante la instalación de chorros de agua. Si se acondiciona una zona de cabinas para masaje se podrán ofrecer servicios extras muy demandados y sin necesidad de una gran inversión a mayores.