LAS COSAS MEJOR SENCILLAS

Atarse los cordones de los zapatos es algo que te enseñan en el cole y en muchas ocasiones es más difícil de aprender de lo que parece, en mi clase por ejemplo tenía compañeros que tardaron más de lo debido en saber atarse los zapatos. En aquella época casi todos usábamos zapatillas deportivas que no tenían cordones, todos usábamos velcro que era mucho más cómodo. Si por mi fuese nunca hubiese dejado de usar las zapatillas deportivas con velcro. Hoy en día las zapatillas deportivas con velcro siguen existiendo pero no las venden para adultos, solo las he encontrado para niños.

 

Si los adultos de hoy en día queremos dejar de atarnos los cordones la solución más rápida son los cordones elásticos que te permiten ajustarlos a tu gusto y no tener que atarte los cordones constantemente.

Yo tengo unas zapatillas deportivas que tienen unos cordones que da igual como lo ates se terminan desatando en menos de cinco minutos, eso hace que me desespere mucho. Si el tiempo es bueno da un poco igual pero si hace malo y llueve no te puedes permitir llevar los cordones por el suelo mojándose.

 

No sé si hoy en día en los colegios se sigue enseñando a atarse los cordones, principalmente porque ya no sé qué clase de materias tienen. Las materias ya no son las mismas que cuando mis hermanos y yo íbamos al colegio y tampoco veo la necesidad de cambiar los nombres de las materias, pienso que antes estaban perfectamente claros los nombres de las materias. Hoy en día tienen nombres como “Conocimiento del medio”, ¿tenía algo de malo ciencias naturales? No veo nada bien eso de cambiar de nombre las materias.

 

Sea como sea este año creo que los niños lo van a tener complicado para ir al colegio, porque todo el mundo es consciente de que los niños no van a poder cumplir con la distancia de seguridad entre ellos y terminarán por cerrar los colegios, de eso estoy bastante seguro, de lo que no estoy tan seguro es de cuánto tiempo van a durar abiertos los colegios.

Doctor, quiero parecerme a….

Son muchas las personas que se acercan a una clinica estetica vigo y cuando se les pregunta el motivo de su visita dicen que quieren parecerse a un famoso. Generalmente, no pretenden parecerse en todo su conjunto, pero sí que piden la nariz de una actriz que les gusta, los pómulos de determinada modelo o incluso los abdominales de un deportista de moda.

Por eso, una de las primeras cosas que un médico especializado en cirugía estética tiene que hacer es poner los pies de su cliente sobre la tierra. Ciertos rasgos no se pueden reproducir de manera exacta partiendo de diferentes tipos de rostro o de cuerpo. Hay muchas características que hacen que, por poner un ejemplo muy solicitado, la nariz de Julia Roberts sea única. Entre otras cosas, el hecho de que es natural y está ligeramente torcida.

Pero incluso aunque pudiera reproducirse una nariz a la carta para que pudiera verse en el rostro del cliente, tal vez el resultado no fuera del todo deseable. Para que la mujer o el hombre se vean bien el rostro tiene que ser armonioso y para eso es importante que todo tenga unas proporciones equilibradas.

El cirujano puede aconsejar sobre el tipo de nariz que se debería tratar de conseguir y hasta dónde se debería de llegar. Y, cuando el cliente pide imposibles, hacérselo ver con mucha mano izquierda pero sin ceder. Un buen profesional puede llegar incluso a no querer operar a un cliente si no está seguro de que sus peticiones sean lógicas o si cree que el resultado podría ser perjudicial para su salud. Es el caso de cirujanos que rechazan colocar implantes mamarios o de glúteos de tamaños que no son proporcionados y pueden resultar perjudiciales para la piel del cliente.

No obstante, sí hay personas que acuden solicitando un estilo de nariz que les gusta, pero dispuestos a dejarse aconsejar y sabedores de que la nariz de Julia Roberts, por seguir con el mismo ejemplo, no les va a proporcionar el rostro de esta actriz ni ningún otro de sus atributos.

Y es que los famosos son un espejo en el que todos nos miramos y un modelo de perfección al que muchos aspiran. Por eso, muchas personas continuarán acudiendo a las clínicas de cirugía estética con el propósito de imitar alguno de los rasgos, natural o no, de las personas a las que admiran.