CONFLICTOS FAMILIARES

No hace mucho tiempo he estado en la casa de la aldea, a la cual ya hacía un par de años que no iba y me he dado cuenta de que hay muchas cosa que hay que reparar o sustituir. Una de las cosa que más me preocupa es cambiar el material eléctrico que está bastante envejecido. Pero he decidido comprar accesorios iluminacion para ir cambiando poco a poco, ya que me he fijado que hay accesorios que ya están demasiado viejos como para seguir utilizándolos, no sé como el resto de mi familia que suele ir a esa casa mucho más a menudo que yo se han dado cuenta de todas las cosas que hay que arreglar. O a lo mejor sí que se han dado cuenta pero han preferido que vaya yo y les soluciones los problemas para no tener que poner un duro. con esta segunda hipótesis es con la que estoy más de acuerdo, ya que en nuestra familia, que es bastante grande, hay diferentes bandos. Hay los amables y los que solo saben crear conflictos. Personalmente considero que los que crean conflictos mejor es que se queden en su casa. Por ejemplo, en las comidas familiares, ya bien sean comidas de los domingos o las cenas de navidad, hay familiares que espero que no vengan para no tener que discutir por cosas que el resto de los familiares no le dan importancia.

 

Hay algunas personas en mi familia con las que directamente intento no tener mucho trato para no tener más conflictos de los necesarios. Este comportamiento funciona bastante bien, aunque a veces es un poco complicado, ya que gran parte de nuestra familia vive en nuestro edificio. Y al vivir en un edificio sin ascensor, te los cruzas constantemente en las escaleras, por lo que hay muchas situaciones incómodas.

 

Espero que en algún momento estos familiares se den cuenta de que su forma de ser está equivocada, aunque no es que tenga demasiada confianza en que ello ocurra.

 

Estoy convencido de que esto no pasa solamente en mi familia, pero yo solo sé lo que pasa en la mía.

El dependiente más feliz del barrio

Mis padres fueron claros y contundentes, como se suele decir: tenía que buscar un trabajo aunque fuese a tiempo parcial. Había terminado la carrera y tenía pensado opositar. Estamos en un buen momento para ello porque están saliendo muchas plazas para enseñanza secundaria: se está produciendo un gran cambio generacional con muchas jubilaciones y, además, hay más bonanza económica que siempre invita a los gobiernos a ampliar el número de trabajadores públicos.

Ellos lo saben bien porque los dos son funcionarios, y saben también que no siempre se saca la oposición a la primera. En un principio protesté porque me iba a quitar tiempo de estudio, pero en el fondo sabía que tenían razón: una oposición es una carrera de larga distancia y un trabajo a tiempo parcial me haría madurar… y darme un dinerito para mis cosas.

Por medio de un amigo encontré una oferta en un supermercado ecológico en mi barrio. Podría venirme bien porque soy muy aficionado al deporte y a la vida sana y ya era cliente del súper antes de empezar a trabajar en él. Sí, mi familia es de las que compra mantequilla ecológica o leche de pastoreo. Somos conscientes de que son productos que cuestan un poco más, pero nos gusta apostar por la alimentación sostenible que tiene ese plus de calidad que siempre ofrecen los productos ecológicos.

Hice la entrevista y conseguí el trabajo: debió gustar que conociera bastantes de los productos que vendían en el súper. Después de los primeros días de trabajo que fueron un poco más estresantes porque tenía mucho nuevo que aprender sobre todo en cuanto a la gestión de las mercancías y del sistema informático (y a cobrar y dar bien la vuelta a los clientes), todo empezó a ser súper tranquilo.

Y es que lo bueno de trabajar en una súper ecológico, además de tener descuento en la mantequilla ecológica y en otros productos, es que todavía no tienen muchos clientes. De momento, los dueños no parecen muy preocupados… y yo puedo estudiar en los tiempos muertos, que hay muchos.