¿Qué ver en Cangas de Morrazo y sus alrededores?

Cangas de Morrazo es un destino admirado por sus playas, miradores naturales, villas antiguas y monumentos de interés histórico-cultural. El municipio forma parte de la Península do Morrazo y es accesible por mar, vía recomendable gracias a las facilidades del Plan de Transporte Metropolitano del Área de Vigo. Desde luego, un estímulo para consultar el horario barco cangas vigo y reservar plaza en este medio de transporte, que también comunica la localidad pontevedresa con las Islas Cíes.

Una parte del turismo en Cangas de Morrazo se fundamenta en su oferta de playas y calas: cerca de cuarenta arenales, algunos con Bandera Azul, situados en un entorno natural de aspecto salvaje. Destacan la playa de Melide y la de Barra. Su cercanía con el Espacio Natural Protegido Dunas de Barra y Costa da Soavela también atrae al viajero interesado en el senderismo.

En el extremo occidental de la Península do Morrazo se ubica la Costa da Vela, un litoral rodeado de pinares y acantilados de más de cien metros de altura, como los de Donó, siendo un nexo entre las rías de Pontevedra y de Vigo. En estos lares se encuentran rincones como el Monte Facho y el Cabo Home.

En concreto, el Cabo Home acoge uno de los faros con más historia de la región, de forma cilíndrica y casi veinte metros de altura. Se edificó a mediados del siglo XIX para señalizar el acceso a la ría de Vigo, emitiendo además una sirena que fue apodada por los lugareños como ‘Vaca de Fisterra’.

Pero el ‘Caribe’ gallego, como se lo denomina pintorescamente, también acoge enclaves como el burgo de Cangas, con sus casitas y edificaciones de estilo marinero, el puerto pesquero, cruceiros diversos y esculturas como la de Xoán Piñeiro.

Además de la tradicional tarta de Santiago, una parte del público turista elige como souvenir una postal o un selfie del Mirador de O Facho, cuyas vistas de la costa gallega son impresionantes.

3 excursiones de día completo para tus vacaciones en Vigo

  1. Un día en las Cíes. Es una de las excursiones más típicas que se pueden hacer cuando se está en Vigo de vacaciones. Las Cíes merecen una visita y para ello hay que realizar una reserva previa. Recomendamos, además, reservar mesa en el restaurante si se quiere comer en mesa, aunque es divertido llevar el bocadillo e improvisar. Con la reserva de día solo hay que acudir a una oficina de mar de ons islas cies para comprar los billetes o hacerlo a través de la Web. Y ya podemos disfrutar de un día de playa especial.
  2. En barco a Cangas y ruta de senderismo. Desde Vigo también se puede coger un barco que cruza la ría para dejarnos en Cangas. Sale con mucha frecuencia en ambas direcciones, por lo que se puede ir temprano por la mañana, con una mochila y algunas cosas básicas. Llegar a Cangas, comprar unos bocadillos y lanzarse a una de las numerosas rutas de senderismo que parten desde las afueras del pueblo. Se podrá pasear por entornos de gran belleza y llegar incluso a bonitas playas. Se recomienda llevarla preparada de casa para no perderse y para escoger la que mejor se adapte a los gustos de cada uno. A la vuelta, se pueden coger fuerzas picoteando algo en una de las terrazas del puerto antes de volver al barco que nos llevará a Vigo de nuevo tras un bonito día.
  3. Portugal está a un paso. Portugal queda a un paso de Vigo y está muy bien comunicado. Mucha gente aprovecha para disfrutar de las famosas ferias que se celebran diferentes días de la semana en los pueblos más cercanos a la frontera. La de Valença es una de las más conocidas. Son grandes mercadillos al aire libre que permiten disfrutar de una jornada distinta, paseando por los puestos, comprando algunas cosas y disfrutando de los dulces porque, si algo gusta en Portugal, son los pasteles. La gran variedad de dulces que vas a encontrar te sorprenderá. Por la tarde, está la alternativa de La Fortaleza, una pequeña ciudad amurallada que, a través de sus callejuelas estrechas, te conduce por infinidad de tiendas y comercios en los que comprar toallas, sábanas, ropa y otros artículos. Aquí puedes encontrar también restaurantes en los que saborear el bacalao a la portuguesa y otros manjares típicos.

El coste del viaje 

Si viajar era caro antes de la pandemia, ahora se nos ha complicado bastante más. Seguro que los más viejos del lugar recuerdan cuando un billete de avión a Canarias costaba un ojo de la cara, allá por los años 70, cuando el low cost no era más que un sueño para los viajeros. Pues ya hay quien dice que, en un futuro a corto plazo, los viajes se van a parecer mucho más a los de antes, cuando cambiar de provincia durante una semana ya se veía como una odisea.

Y es que a los incrementos de precio derivados de la crisis energética y la inflación se ha unido un incremento de precios considerable en relación a la fase anterior a la pandemia. Cualquiera que haya reservado un vuelo o un hotel en las últimas fechas habrá comprobado que el low cost ya no es tan low cost como antes.

Pero también es cierto que está situación puede tener su lado positivo. Si el precio barco islas cies es relativamente asequible en comparación con otros viajes más “ambiciosos” es una forma de potenciar el turismo de proximidad frente a esos viajes que dejan una inmensa huella de carbono. Es cierto que pensar en la huella de carbono no era nuestra prioridad como viajeros hasta hace bien poco, pero tampoco es menos cierto que el turismo de masas de los últimos años parece insostenible a largo plazo.

Por nuestra parte, y hasta que escampe, si es que escampa alguna vez, hemos decidido apostar por una forma de viajar más cercana y asequible. No estamos para grandes dispendios y todavía tenemos mucho que conocer en nuestro país. ¿Para qué vamos a irnos a la otra punta del planeta si aún no hemos estado en las Cíes, por ejemplo? Por eso nos parece correcto pagar el precio barco islas cíes y dejar para adelante otro tipo de viajes. Al fin y al cabo, lo mejor de viajar no es tanto el destino sino el camino, que dijo el sabio. Y seguro que ese sabio tampoco era tan millonario como nosotros.

4 actividades perfectas para hacer con niños en Vigo

Vigo es una ciudad que ofrece muchas posibilidades de ocio tanto para niños como para adultos. Como ciudad, su oferta de ocio es muy amplia y variada. El clima suave de esta zona también facilita el poder desplazarse a localidades cercanas para poder realizar diferentes actividades en el campo o en la playa durante gran parte del año. Si te preguntas que hacer en vigo con niños este fin de semana te ofrecemos diferentes alternativas según gustos y también en función del tiempo.

Actividades culturales. Sin salir de Vigo ciudad existen muchas opciones de ocio. Solo hay que consultar la cartelera de cines y la agenda de los teatros para ver todo lo que se ofrece en la ciudad el fin de semana y elegir lo que más apetezca a toda la familia.

Actividades de playa. La playa es una gran opción tanto en invierno, para pasear y tomarse un helado un día que no llueva, como en verano. Las opciones son muy variadas, desde el día de playa típico o el paseo hasta las clases de surf o de remo. Lo mejor es pasar un día observando las actividades para que los niños decidan qué es lo que quieren probar.

Actividades en el monte. En los alrededores de Vigo existen diferentes alternativas para poder visitar los montes. Una de ellas son las rutas a caballo que organizan distintas empresas. En algunos picaderos disponen de ponis para los más pequeños de la casa. Así todo el mundo puede dar un paseo a lomos de un caballo, incluso si jamás se ha subido a ninguno.

Actividades sencillas para cualquier día. Los niños aprecian todo aquello que les permita salir de la rutina y, si se les presenta de la manera adecuada, todo puede ser una gran aventura. Una tarde aburrida y sin planes puede ser muy divertida si les ofreces la oportunidad de ser turistas en su propia ciudad. Tomar el autobús turístico y escuchar las explicaciones mientras se visita la ciudad puede ser una excelente forma de pasar la tarde o la mañana y de que los niños, además, vean Vigo de un modo totalmente distinto. Además del bus turístico existen visitas guiadas e incluso algunas teatralizadas que pueden contratarse no solo por turistas, sino por residentes en la ciudad que quieran disfrutar de lo que tienen de una manera muy especial.

El autobús del mar 

Dicen que viajar solo es la mejor manera de conocerse a uno mismo y ponerse a prueba. En mi caso, rara vez he viajado solo y menos por placer. He ido a algunos conciertos en otras ciudades, pero poco más. Generalmente eran viajes muy cortos y con un objetivo muy claro que no incluían muchos aspectos turísticos más allá de acercarse al lugar en el que se celebrase el concierto. Pero hace tiempo decidí que había llegado el momento de hacer un viaje en solitario… empezando por Galicia.

Claro, tengo algunos amigos de esos de carretera y manta que se plantan en la India y pasan un mes solos recorriéndola y viviendo miles de aventuras. Pero a mí se me hacía un poco riesgoso (y caro) irme a tantos kilómetros de distancia. Así que empecé por algo mucho más cercano. Recorrí parte de Galicia, pero lo hice sin coche, en tren, autobús… y barco.

Sí, uno de los recuerdos que me llevo del viaje es haber tomado el barco a vigo desde la Estación Marítima de Cangas y ver a lo lejos las islas Cíes, uno de mis objetivos del viaje. A pesar de estar bastante acostumbrado a conducir y que cuando se viaja solo el coche te da independencia, consideré que ya puestos a hacer un viaje de este tipo lo mejor era estar más en contacto con la gente en los medios de transporte públicos. Y lo cierto es que tampoco me apetecía mucho conducir por las carreteras norteñas…

De hecho, se puede ir perfectamente en coche desde Cangas a Vigo, pero tomando el barco a Vigo es una forma más cómoda y bastante rápida para cruzar la ría. Aunque ya había estado alguna vez en Vigo, esta vez fue muy diferente porque iba sin un plan preestablecido, sin objetivos claros… y sin amigos. La experiencia fue muy buena, como lo fue visitar las islas Cíes que en este caso no conocía, aunque me habían hablado muy bien de ellas. Y vaya si están bien…

Sin duda, viajar solo engancha. Es cierto que es más exigente pero también te permite marcar tú mismo los tiempos. El siguiente no será a la India, pero sí que pensaré en algo un poco más ambicioso.

Ons, una isla que enamora

La isla de Ons forma parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia pero a diferencia de las islas Cíes, que también forman parte del mismo, esta isla está habitada durante todo el año. Su población no llega a las 80 personas y actualmente solo se permite acudir a visitar estas islas en verano para mantenerlas protegidas.

La mejor forma de acudir a descubrir esta isla es en el barco ons, el transporte que une la isla con la costa y que realiza rutas diarias para viajeros. La demanda es alta y por eso se recomienda comprar los billetes con antelación.

Esta isla cuenta con una larga historia ya que sus primeros moradores datan de la Edad de Bronce. Siglos después, fue refugio de piratas y a principios de este siglo llegó a contar con una población de casi 500 personas. Pero la falta de infraestructuras hizo que se fueran marchando.

Como curiosidad, los vecinos de Ons tienen la consideración de colonos, ya que ni las tierras que trabajan ni las casas en las que viven son realmente suyas. Y es que la situación jurídica de la isla es, cuanto menos, complicada.

En la isla hay muchas leyendas unidas a algunos lugares concretos. Está, por ejemplo, el llamado Buraco do Inferno (agujero del infierno). Se dice que a través de esta sima pueden escucharse los lamentos de las almas que están en el infierno. En realidad, cuando hay mucho viento, este golpea al mar contra la roca. Esto, junto al sonido de los araos que tienen los nidos en el interior de la sima, han hecho que naciera esta leyenda.

Otro punto a visitar para los amantes de las leyendas paranormales es Punta Centolo, ya que los más viejos del lugar afirman que por allí entra en ocasiones la Santa Compaña para dejar sus avisos, haciendo un recorrido que termina en el cementerio.

Una de las ventajas de Ons es que cuenta con diferentes alojamientos turísticos, desde camping hasta habitaciones o apartamentos, por lo que es posible quedarse a pasar unos días y disfrutar de sus playas y de todos sus rincones naturales únicos y especiales, realizar una ruta hasta el faro o disfrutar de una auténtica noche estrellada sin que molesten las luces de la ciudad.

Y algo debe de tener la isla porque quienes van, generalmente repiten y son muchas las familias que acuden cada año a pasar parte de la temporada estival en Ons.