CADA UNO QUE CALCE LO QUE LE GUSTA

Todo el mundo tiene un calzado favorito, ya pueden ser unas zapatillas deportivas cómodas o unos zapatos a los que se le tenga un cariño especial por el motivo que sea. Para mi personalmente creo que el mejor calzado son las zapatillas deportivas para correr aunque mucha gente piensa que esa clase de calzado solamente hay que usarlo cuando se vaya a hacer ejercicio. En eso no puedo estar de acuerdo, ya que utilizo esta clase de calzado a diario y a mi parecer es el mejor. 

Mucha gente piensan que los zuecos clásicos o con los nuevos zuecos de espuma los pies descansan más que con otra clase de calzado, pero viendo como se quejan los que usan ese tipo de calzado no es que esté del todo seguro de esa suposición.

Otra gente prefiere utilizar los clásicos zapatos de vestir, aunque no le veo lógica a menos que estén obligados a causa de motivos laborales ya que este calzado no suele ser demasiado cómodo. A lo largo de mi vida solamente he tenido unos zapatos de vestir que me hayan resultado cómodos, y son los que utilizo para ponerme cuando tengo que ir de traje a alguna boda o a algún otro acontecimiento importante pero para nada más, el resto del tiempo siempre uso zapatillas deportivas. 

 

Con cada temporada y con las modas cada vez aparecen más clase de calzados que no se veían antiguamente por estas zonas como las botas de esquimal o las sandalias al estilo romano. Nunca me he dejado llevar por esta clase de modas porque sencillamente no van conmigo ni con mi estilo. Recientemente me he enterado de que existe calzado vegano que supongo que irá dirigido a la gente que se siente identificada con el veganismo.

 

Soy de la opinión de que cada uno vaya con el calzado que le gusta, no suelo ponerle pegas a nadie por lo usa salvo a la novia de uno de mis amigos que se empeña en usar calzados que le hacen heridas en los pies pero es demasiado tozuda para dar el brazo a torcer.

¿Siguen las mujeres aumentando sus senos?

La moda cambia no solo en lo que se refiere a la ropa o a las tendencias de hogar. También cambia en lo que se refiere al físico. Si hace unas cuantas décadas la mayoría de los hombres no se cuidaban demasiado y nadie le daba importancia a ello, ahora es común encontrarlos en el gimnasio e incluso en peluquerías y salones de belleza para cuidar al máximo su aspecto. También es habitual verlos en clínicas de estética realizándose pequeños retoques que mejoren su imagen.

En el caso de las mujeres, esto ya era común hace muchas décadas, pero los clichés cambian y el ideal de belleza femenina también se ha modificado ligeramente. Si hace años se llevaban los senos de gran tamaño y en los noventa las tallas grandes eran tendencia, las moda de lo latino ha puesto en relevancia otras zonas de la anatomía femenina y las prótesis exageradas en el pecho han dejado de ser una operación habitual. Pero esto no quiere decir que no se sigan realizando operaciones de aumento de pecho.

Las mujeres continúan aumentando sus senos, pero de una manera diferente. Para empezar, lo que buscan son medidas más realistas y proporcionadas con su cuerpo. Se acabaron los excesos y ahora las mujeres que se operan buscan verse más naturales. Y no solo en lo que se refiere al tamaño, sino también en la forma. Si en los noventa las prótesis eran excesivamente redondeadas, ahora las más demandadas son las que tienen un aspecto más similar al de un pecho normal. El objetivo es que el pecho se vea más bonito, pero no se note artificial. Y eso en una época en la que pasar por quirófano ya no es un tabú.

Muchas mujeres que aumentaron sus pechos hace tiempo se vuelven a someter ahora a una intervención para cambiar sus prótesis, algo necesario en los antiguos modelos. Y lo hacen eligiendo las nuevas tendencias consiguiendo resultados mucho más estéticos y adaptados a los nuevos gustos. Pero también es muy frecuente pasar por quirófano no con la intención de aumentar los senos, sino de reafirmarlos. Este tipo de intervención es común tras tener hijos y dar el pecho, ya que la forma de estos puede variar. Unas prótesis de pequeño tamaño pueden ayudar a darles la forma debida a los senos y lograr de nuevo un escote muy atractivo.