UN PISO TERRIBLE

El piso de uno de mis mejores amigos está bastante mal y le hacen falta muchas mejoras y le va a salir mejor llamar a una empresa de reformas de casas en vigo antes que ponerse a arreglarlas él mismo. Más que nada porque es un vago que prefiere pasarse el día durmiendo que mover un dedo para arreglar cualquier cosa que está mal en su casa. Lo primero que debería de hacer en su casa es cambiar las ventanas de las habitaciones porque en su casa aún con las puertas de las habitaciones cerradas hay corriente y hace un frío horroroso en su casa. Lo segundo sería hacer una buena limpieza a fondo de todo el piso para poder más tarde pintar sin que se te llene la pintura de polvo y quede mal. 

En el baño de su casa parece nada se terminó desde que se construyó el piso porque, la pintura del techo ya se ha caído hace más de diez años y no ha hecho nada, no hay ni siquiera una cortina de baño para poder ducharse sin poner todo hecho un cristo, la llave de paso de la cisterna pierde unas gotas por lo que hay que mantenerla cerrada, pero como tampoco la boya de la cisterna funciona hay que cerrar la llave de paso después de llenar la cisterna. Vamos que es un desastre de baño. La cocina es más o menos lo que se salva de esa casa y se salva porque se la he limpiado yo a cambio de que me dejase ir cuando él no esté, de este modo tengo un sitio donde estar cuando estoy solo que suele ser bastante a menudo, ya que mis amigos casi todos tienen hijos y no les sobra el tiempo para poder quedar conmigo.

A ese piso le viene bien un saneamiento de los pies a la cabeza, pero si el dueño no mueve un dedo para ponerle remedio no voy a ser yo el que lo haga aunque tenga llaves del piso y sea yo también el que lo disfrute.

Posts sobre vinos

Cuando empecé con este trabajo, aceptaba casi cualquier oferta que llegaba a mis manos porque lo más importante en aquel momento era trabajar y ganar experiencia. Pero es cierto que cometí bastantes errores porque escribir sobre temas que uno no domina nada por precios no del todo rentables no suele salir bien. Pero, poco a poco, fui aprendiendo de los errores. 

Con el tiempo, he ido rechazando proyectos que se alejaban mucho de mis conocimientos, pero, de vez en cuando, llegaban algunas posibles colaboraciones que me hacían dudar, como cuando pude escribir para una web sobre vinos. El “problema” con este tema es que le tenía mucho respeto porque conocía a personas muy expertas y es un tema complejo. Pero, por otro lado, me llamaba mucho la atención porque me encanta el vino y lo veía una buena manera de aprender.

Porque cuando iba a Comprar albariño al supermercado no sabía distinguir muy bien uno de otro: me terminaba guiando por el precio y por el ensayo y error. Es decir, probar uno y si estaba bueno, repetir. Pero siempre quise tener un conocimiento un poco más técnico. Saber distinguir un vino de otro por sus características organolépticas y poder generar una buena colección de vinos en mi casa. Y como me ha sucedido con otras colaboraciones, esto podía suponer una buena forma de ir aprendiendo sobre el tema, mientras ganaba dinero.

Claro que todo esto también tenía sus riesgos como también conocía de otras experiencias. El hecho de empezar a escribir en algo que no domino puede suponer que los clientes no estén contentos con la labor, o que los lectores me tiren de las orejas por confundir los taninos con el bouquet. Porque cuando se trata de especialistas en vinos, saben muy bien de lo que hablan y saben distinguir cuando uno es experto de cuando no lo es.

Así, cuando un usuario entraba en la web en la que se me ofreció la colaboración a Comprar albariño, buscaban consejos certeros de expertos, no de aficionados que están aprendiendo. Así es que al final decidí dejarlo pasar y no arriesgarme a tener una frustración laboral y gastar demasiado tiempo en algo que probablemente no iba a salir bien.

Las cicatrices del acné pueden mitigarse

El acné juvenil cuando aparece con un cuadro agresivo puede dejar cicatrices que se quedan para toda la vida. Cuando el tratamiento acne no se realiza a tiempo o no se da con el adecuado para la piel, las infecciones pueden aparecer y dejar su huella permanente. O, al menos, eso creíamos hasta hace poco, que sería permanente.

Porque cuando alguien tenía la desgracia de sufrir un acné pasaba su adolescencia y parte de su juventud luchando con los granos. Pero toda su vida adulta tratando de convivir con unas cicatrices que son muy visibles al estar en el rostro. Por suerte, la dermatología no solo se ocupa de aquellos problemas de la piel que pueden considerarse enfermedades, sino que hay toda una rama dedicada a la belleza de este gran órgano: la dermatología estética.

Los trabajos de dermatología estética con láser en la piel han progresado mucho en los últimos años y nos encontramos con que actualmente son muy efectivos para las cicatrices del acné. Se está derrumbando por fin el mito de que las huellas de las cicatrices del acné son para siempre. Aquellas que son más suaves y superficiales pueden llegar a desaparecer prácticamente por completo. Las más profundas no desaparecen a la vista, pero quedan muy mitigadas, lo que hace que la apariencia de la persona mejore considerablemente.

Algunas personas apuestan por el maquillaje para cubrir sus marcas, pero lo ideal es que no estén o que casi no se noten con la piel recién lavada. Y eso es lo que consiguen este tipo de tratamientos que, además, no son ya tan caros como eran en un primer momento. Entre la bajada de precio y el hecho de que es posible financiar los pagos en cómodas cuotas, son muchas las personas que ahora se animan a ponerse en manos profesionales para mejorar su imagen.

Se gana en belleza de la piel, pero sobre todo se gana en autoestima y seguridad y son cosas demasiado importantes como para no plantearse uno de estos tratamientos. Por eso, acudir al dermatólogo especializado en tratamientos estéticos, siempre es una buena idea cuando se tienen cicatrices debidas a las infecciones de acné. Pero también otro tipo de cicatrices que puedan afectar a la imagen y con las que no hay por qué aprender a vivir cuando se pueden borrar o mitigar para que no sean apreciadas por los demás.