HAY QUE IR SÍ O SÍ

No hace mucho tiempo tuve que ir hasta Zamora por el fallecimiento de un amigo del instituto, pero el problema es que no conocía nada de Zamora por lo que no me quedó más remedio que tener que preguntar por el Tanatorio en Zamora capital y un señor muy amable me hizo unas indicaciones muy precisas por lo que me fue muy sencillo encontrar el tanatorio. 

Nunca me ha gustado demasiado asistir a esta clase de compromisos, aunque supongo que a casi nadie les gusta. Y digo casi porque hay uno de mis amigos de la pandilla al cual parece que le gustan esta clase de cosas.Creo que todo viene por culpa de la abuela que es la que le arrastra a todas esas ceremonias religiosas. Personalmente le llamo el beato, porque siempre va a un montón de ceremonias y los días de la romería de su pueblo no se la pierde nunca y eso que hay que andar veinte kilómetros de ida y veinte de vuelta. Pero ahí va porque aparte de andar les dan de beber y de comer como si no hubiese un mañana.

Los cultos religiosos está claro que no nos gustan a todo el mundo por igual pero es cierto que a alguna gente les encanta, no puedo entender la razón pero es así. A mi la iglesia nunca me ha hecho demasiada gracia, pero no soy nadie para opinar sobre las creencias del resto de la gente, tener fe es lo que les da la esperanza de que se haga un mundo mejor. Pero la experiencia me dice que solo con el trabajo duro se consigue un mundo mejor y con todas las tonterías que salen en las redes sociales creo que este mundo en lugar de evolucionar va a involucionar o a ir hacia atrás.

Considero que las redes sociales han hecho más daño que bien a la sociedad y si estuviera en mi mano eliminaría a más de una red social que está haciendo tanto mal a nuestros jóvenes y sobre todo a los niños que copian todo lo que ven en esas redes sociales.

Haz que tu negocio se haga notar

Montar un negocio nuevo siempre es un riesgo. Y una gran inversión. En ocasiones, aunque se quiera coger un local muy visible y bien situado, no es posible. O bien porque no hay ninguno disponible con esas características porque la zona es muy demandada o bien porque el precio es tan algo que no podemos arriesgar tanto.

Pero hay otras formas de lograr que el negocio destaque. Y no hay que irse a los extremos, como los de un negocio que ha conseguido una gran publicidad negativa por pintar su establecimiento en un color muy llamativo, con el agravante de estar situado en un barrio histórico. Al final, lo único que han logrado es una multa por parte del ayuntamiento, volver a pintar y que todos los vecinos del barrio tengan una opinión negativa de la tienda. Desde luego, no es el mejor comienzo.

Existen otras formas de destacar y conseguir visibilidad para el negocio. Una de las más habituales es contratando, muy cerca de la tienda, una valla publicitaria fabricada con Impresion gran formato rigido. Estas vallas o anuncios a nivel de la acera, son ideales para que los transeúntes se fijen y vean que, con una flecha o alguna indicación, se señala la localización del establecimiento, muy cerca de donde se ve el anuncio. Seguro que esto nos traerá a más de un cliente que, en principio, no conocía la tienda.

Los carteles en formato rígido también se pueden colocar en la puerta de la tienda o en el escaparate. Si son muy llamativos, la zona del interior del escaparate puede ser ideal porque no rompe con la estética del barrio, si estamos en un espacio protegido, pero a la vez puede atraer las miradas de quienes pasen por la calle. Si estamos en una zona comercial con muchas tiendas y reclamos, el cartel puede colgarse en el exterior de manera que sea lo más visible posible.

Durante las primeras semanas conviene contratar a una persona que reparta folletos de la tienda entre la gente que pasea por la calle, tal vez con una oferta o un regalo promocional para los que visiten el establecimiento. Esta es una forma de que la gente caiga en que hay una tienda nueva y sepan a qué se dedica, incluso si el local está un poco escondido o no destaca entre todos los que hay en la calle.

Deshojando la margarita

Cada vez preparamos con más tiempo lo que vamos a hacer en verano. A veces con demasiado tiempo, como si todo tuviese que estar fijado al milímetro lo que en ocasiones le resta un poco de alegría a las cosas. Pero cuando tienes hijos ya no puedes improvisar como antes. Por eso ya va siendo hora de preparar lo que vamos a hacer este verano. Y la pregunta principal es: ¿habrá viaje o no?

En los últimos cinco años siempre hemos hecho un viaje de verano con los niños. Siempre a un destino costero en España, pero nunca repitiendo. Además de eso, siempre vamos a Galicia, de donde es la familia de mi mujer. Entonces son vacaciones “dobles”: Galicia y el “otro” viaje. Durante estos días he estado pensando sobre la posibilidad de que este verano no haya ese otro viaje. Razones para ello hay bastantes. 

Por ejemplo, he pensado en ampliar un poco más de lo habitual nuestra estancia en Galicia. ¿Y si vamos a visitar las cies, por ejemplo, que nos quedan bastante cerca, y ese es nuestro destino playero del verano? Es cierto que mi mujer es la primera que valora ir a otro sitio en verano. Porque, aunque ella nació allí, cuando está en Galicia no se siente estrictamente de “vacaciones”. Y por eso siempre le gusta ir a otro sitio.

En cuanto a los niños, a ellos creo que les importa menos. Lo pasan muy bien de vacaciones en el pueblo. Todavía son relativamente pequeños y no tienen otras “inquietudes” más allá de jugar y jugar. Y en el pueblo tienen todo lo que necesitan. Pero es cierto que una visita a las cíes puede ser también una buena experiencia para ellos ya que se trata de un entorno muy especial.

Además, está la posibilidad de ir de camping que es algo que no hemos hecho desde hace unos años, y nunca con los niños. Así que seguro que sería una aventura para ellos. En los próximos días tomaremos una decisión definitiva, aunque ahora me inclino por quedarnos solo con Galicia.