Es una de las preguntas que más nos hacemos los que ya hemos sido padres una vez. ¿Tener o no tener… otro hijo? Hay padres que lo tienen claro en uno u otro sentido porque ya lo tienen planificado. Saben que quieren tres y no pararán hasta conseguirlo. Para otros, con uno es más que suficiente por razones económicas u otro tipo de cuestiones.
Pero los que no hemos planificado tanto todo nos vienen esas dudas. Y, claro, son dudas que hay que resolver tarde o temprano porque esto no es “eterno” aunque ahora parece que se puede tener hijos hasta los 70 años, pero el sentido común (y la biología) nos dice que es mejor tener hijos a unas ciertas edades.
Sea como fuere, en estos momentos estoy pensando en qué pasaría si tuviésemos otro hijo. Y el dinero siempre es un tema a valorar. Por ejemplo, con nuestro primer hijo no tuvimos ninguna duda de que queríamos un seguro de salud médico para bebés. Por aquel momento, mi mujer ya tenía seguro privado y yo no. Pero por la experiencia que ella había tenido en los años precedentes me pareció una buena idea. De hecho, el niño nació en el hospital del seguro de mi mujer y la experiencia fue buena.
Con el tiempo, yo acabé añadiéndome a su seguro, lo que ha terminado por triplicar el coste del mismo, pero a cambio de tener un servicio muy eficaz y rápido con el que estamos todos muy contentos. Pero si se llega un segundo hijo, ¿le pediremos también el seguro de salud médico para bebés? Lo normal es que sí, que lo hagamos. Pero si llevamos ese gasto extra al resto de cosas, tenemos cuentas que hacer.
Pero, por supuesto, tener o no tener un hijo no solo es dinero. Si fuera así no tendríamos hijos. Y son esos otros aspectos los que nos llevan a pensar que, quizás, esta familia necesita un nuevo miembro. Y no, no hablo de perros, aunque todo el mundo tenga uno ahora. Pero bueno, tal vez nos tengamos que “conformar” con un hijo peludo…