Cómo devolver un estor averiado a su estado original

Los estores plegables, enrollables y automáticos tienden a sufrir averías y complicaciones con el paso del tiempo, bien por la natural obsolescencia de ciertos materiales y piezas o por un uso inapropiado de los mismos. Aunque esto no impide que la venta de estores en Nigrán y otros municipios españoles sea elevada, reducirá la vida útil de estos productos en casos en que la avería sea reparable.

 

En los estores enrollables, por ejemplo, los atascos y malos funcionamientos están originados por la cadena o cuerda. Esta se enrolla en la parte superior del estor, de manera que a menudo forma nudos y bloqueos que inutilizan este accesorio y el resto del producto.

 

Para solucionar estos atascos, es necesario en muchos casos acceder al sistema de recogida de la cuerda o cadena, estudiar la naturaleza del problema y ponerle solución. No obstante, el acto de tensar y aflojar la cadena podría liberar el nudo responsable del atasco. En cualquier caso, forzar el mecanismo es desaconsejable. La mejor forma de evitar este problema es manipular la cadena con mayor cuidado, evitando tirones bruscos que puedan ocasionarlo.

 

Respecto a los estores automáticos, estos disponen de un motor responsable de recoger y desplegar la cadena o cuerda. Al disponer de un mecanismo autónomo en lugar de manual, la reparación de averías encuentra una dificultad adicional: la presencia de componentes eléctricos que pueden requerir la intervención de técnicos especializados.

 

Por su parte, los estores plegables están igualmente expuestos a averías y problemas de funcionamiento, pero al contrario de los automáticos, son más fáciles de reparar y devolver a su estado original. Una vez más, los atascos o sensación de resistencia en la manipulación de la cuerda o cadena son la incidencia más común.

 

Para solucionar los nudos y bloqueos en la cuerda, la recomendación dada para los estores enrollables es aplicable al caso. Pero también sucede que la cuerda, por ser de un material frágil, sufra alguna rotura interna que obligue a sustituirla por otra nueva.

Preparando el verano

El verano ya está aquí, el verano ya llegó, como decía la canción y todos nos estamos preparando a conciencia para que estas próximas semanas sean inolvidables. Porque los veranos pasados no los vamos a olvidar, pero por razones diferentes. Este año toca disfrutar y desquitarse… al menos un poco. Y aunque ahora toca guerra e inflación, esperemos que poco a poco todo eso también se pueda solucionar para el bien de todos.

Para nosotros, este verano será muy especial por los cambios que hemos hecho en el jardín de la casa del pueblo. Durante los dos últimos años en los que tuvimos que cambiar nuestras rutinas habituales aprovechamos para repensar un poco sobre la casa vieja y decidimos hacer algunas reformas importantes. Teniendo en cuenta que pasamos mucho más tiempo en ella pensamos que era el momento de adecentarla, empezando por el jardín, la zona más echada perder del conjunto y, por ello, la de más posibilidades.

¿Por qué no pasar más tiempo allí bajo una sombrilla grande jardín? Pensamos que no todo el mundo, ni mucho menos, tenía la suerte que teníamos nosotros de poder tener una casa con jardín abierto. Supongo que durante le época del confinamiento, otros en nuestro lugar llegarían a la misma conclusión: la importancia que tiene contar con una casa con jardín que permita estar en contacto con el aire libre. Porque parques, montes y senderos hay muchos, pero como en casa no se está en ningún sitio. 

Así es que además de la sombrilla grande jardin que compramos para los días más soleados, hicimos todo lo posible para que el jardín recuperara su antiguo aspecto, cuando nosotros éramos niños y corríamos por el jardín viviendo aventuras como si aquello fuera el Amazonas. Y nos costó, porque hoy en día cualquier cosa cuesta un dineral. Pero en este caso era por una buena causa. Porque este verano no vamos a ir a ningún sitio. Nos hemos acostumbrado a pasar el verano en la casa del pueblo, pero ahora con un jardín que hace honor a su nombre… no como antes.

Personaliza tus paquetes para que sean fácilmente reconocibles

Cuando tienes una tienda de regalos es frecuente que tus clientes te pidan que envuelvas de manera especial los artículos que compran ya que quieren que quién los reciba los sienta como algo muy importante y cuidado. Por eso, en este tipo de establecimientos la forma en la que se empaqueta se cuida tanto como otros aspectos estéticos del comercio.

Muchos de estos negocios se han dado cuenta de que quién recibe el regalo suele quedarse gratamente sorprendido por la presentación y esta le impacta de forma muy positiva. Por eso, es importante que sepan, sin lugar a duda, quién ha sido el artífice de dicho envoltorio.

Muchas tiendas optan por bolsas de regalo con el logotipo de la tienda o el nombre completo y la dirección si no es una firma tan conocida. Incluso invierten en la bolsa para que sea reutilizable y parte del regalo. Pero nunca hay una garantía de que esa bolsa llegue a la persona a la que se le hace el obsequio.

Por eso, cada vez más tiendas optan por los autoadhesivos personalizados que se colocan en diferentes lugares del paquete para que quede perfectamente claro y visible en dónde se ha adquirido el regalo. Se trata de pegatinas bonitas, decorativas y muy elegantes que pueden ser diferentes en función del tipo de persona a la que vaya dirigido el regalo o si es un obsequio de boda o de cumpleaños. Pero que siempre tendrán en común el logo de la tienda y algún dato, como la página web o la dirección física.

Estos adhesivos se utilizan también cuando se realizan envíos por correo o por mensajería, al añadirse en la caja e identificarla dándole un bonito toque de personalización que la aleja del típico cartón sin más. La ventaja de los adhesivos sobre las cajas personalizadas está en el precio, ya que estos son mucho más económicos, incluso si tienen un tamaño grande. Además, pueden realizarse tiradas pequeñas para tener una variedad de los mismos que se adapten a las diferentes situaciones.

Al ser adhesivos que pueden pegarse o no a voluntad del vendedor, se respeta también la voluntad de clientes que puedan solicitar que el paquete no vaya identificado porque quieren la máxima confidencialidad en sus envíos y no desean que haya nada que pueda dar pistas sobre lo que se encuentra en su interior.