Haz que tu negocio se haga notar

Montar un negocio nuevo siempre es un riesgo. Y una gran inversión. En ocasiones, aunque se quiera coger un local muy visible y bien situado, no es posible. O bien porque no hay ninguno disponible con esas características porque la zona es muy demandada o bien porque el precio es tan algo que no podemos arriesgar tanto.

Pero hay otras formas de lograr que el negocio destaque. Y no hay que irse a los extremos, como los de un negocio que ha conseguido una gran publicidad negativa por pintar su establecimiento en un color muy llamativo, con el agravante de estar situado en un barrio histórico. Al final, lo único que han logrado es una multa por parte del ayuntamiento, volver a pintar y que todos los vecinos del barrio tengan una opinión negativa de la tienda. Desde luego, no es el mejor comienzo.

Existen otras formas de destacar y conseguir visibilidad para el negocio. Una de las más habituales es contratando, muy cerca de la tienda, una valla publicitaria fabricada con Impresion gran formato rigido. Estas vallas o anuncios a nivel de la acera, son ideales para que los transeúntes se fijen y vean que, con una flecha o alguna indicación, se señala la localización del establecimiento, muy cerca de donde se ve el anuncio. Seguro que esto nos traerá a más de un cliente que, en principio, no conocía la tienda.

Los carteles en formato rígido también se pueden colocar en la puerta de la tienda o en el escaparate. Si son muy llamativos, la zona del interior del escaparate puede ser ideal porque no rompe con la estética del barrio, si estamos en un espacio protegido, pero a la vez puede atraer las miradas de quienes pasen por la calle. Si estamos en una zona comercial con muchas tiendas y reclamos, el cartel puede colgarse en el exterior de manera que sea lo más visible posible.

Durante las primeras semanas conviene contratar a una persona que reparta folletos de la tienda entre la gente que pasea por la calle, tal vez con una oferta o un regalo promocional para los que visiten el establecimiento. Esta es una forma de que la gente caiga en que hay una tienda nueva y sepan a qué se dedica, incluso si el local está un poco escondido o no destaca entre todos los que hay en la calle.

Botellas personalizadas para regalos de empresa

Entre los regalos de empresa más comunes están los vinos y los licores. Esto es especialmente así cuando se acercan fechas como la Navidad, en la que este tipo de productos están mucho más demandados. Muchas empresas regalan a sus mejores clientes estuches personalizados con botellas de vino o de licor. Pero para que el regalo sea todavía más profesional y único, cada vez son más las que optan por Imprimir etiquetas personalizadas para estas botellas.

Las botellas llevarán la información sobre el contenido, por ejemplo la marca de vino, su año y las características habituales en cualquier botella que se pueda adquirir. Pero, a mayores, también incluirá la etiqueta personalizada con el logotipo y el nombre de la empresa que realiza el regalo. Siempre suficientemente discreta para que la bebida pueda ser servida en cualquier lugar pero suficientemente clara para que quién la coja pueda leer fácilmente el nombre de la empresa.

Esto se considera tan elegante que muchos particulares han querido también personalizar sus botellas, especialmente en ocasiones importantes como por ejemplo en una boda. La personalización de las etiquetas haciendo referencia al enlace es algo que cada vez piden más parejas y que se considera un signo de distinción.  Incluso también se puede llevar a cabo en comuniones o en otras celebraciones especiales.

Los regalos que se dan en la boda también pueden consistir en botellas, generalmente de un tamaño más pequeño al habitual, tanto de vino como de licor. En estos casos también suelen utilizarse etiquetas personalizadas. Lo habitual es que en el lugar en el que se adquieren nos faciliten el poder realizarlas y nos lo entreguen listo para poder regalar a los invitados. Esto hace que el regalo sea mucho más atractivo que si se personalizara tan solo la cajita que lo contiene o si se le colgara una etiqueta conmemorativa.

Algunos locales también realizan este tipo de etiquetas, aunque más sencillas y económicas, para etiquetar el llamado vino de la casa. Este suele ser un vino joven de precio reducido que compran en grandes cantidades, a veces en barriles que se embotella a posteriori y a veces se encargan ya embotellados. Al colocarle la etiqueta con el nombre del establecimiento estas botellas quedan mucho más elegantes que si se sirven sin etiqueta o con una que es totalmente desconocida para los comensales.

Personaliza tus paquetes para que sean fácilmente reconocibles

Cuando tienes una tienda de regalos es frecuente que tus clientes te pidan que envuelvas de manera especial los artículos que compran ya que quieren que quién los reciba los sienta como algo muy importante y cuidado. Por eso, en este tipo de establecimientos la forma en la que se empaqueta se cuida tanto como otros aspectos estéticos del comercio.

Muchos de estos negocios se han dado cuenta de que quién recibe el regalo suele quedarse gratamente sorprendido por la presentación y esta le impacta de forma muy positiva. Por eso, es importante que sepan, sin lugar a duda, quién ha sido el artífice de dicho envoltorio.

Muchas tiendas optan por bolsas de regalo con el logotipo de la tienda o el nombre completo y la dirección si no es una firma tan conocida. Incluso invierten en la bolsa para que sea reutilizable y parte del regalo. Pero nunca hay una garantía de que esa bolsa llegue a la persona a la que se le hace el obsequio.

Por eso, cada vez más tiendas optan por los autoadhesivos personalizados que se colocan en diferentes lugares del paquete para que quede perfectamente claro y visible en dónde se ha adquirido el regalo. Se trata de pegatinas bonitas, decorativas y muy elegantes que pueden ser diferentes en función del tipo de persona a la que vaya dirigido el regalo o si es un obsequio de boda o de cumpleaños. Pero que siempre tendrán en común el logo de la tienda y algún dato, como la página web o la dirección física.

Estos adhesivos se utilizan también cuando se realizan envíos por correo o por mensajería, al añadirse en la caja e identificarla dándole un bonito toque de personalización que la aleja del típico cartón sin más. La ventaja de los adhesivos sobre las cajas personalizadas está en el precio, ya que estos son mucho más económicos, incluso si tienen un tamaño grande. Además, pueden realizarse tiradas pequeñas para tener una variedad de los mismos que se adapten a las diferentes situaciones.

Al ser adhesivos que pueden pegarse o no a voluntad del vendedor, se respeta también la voluntad de clientes que puedan solicitar que el paquete no vaya identificado porque quieren la máxima confidencialidad en sus envíos y no desean que haya nada que pueda dar pistas sobre lo que se encuentra en su interior.

Un cliente muy especial 

Nos llegaron rumores de que una importante empresa había abandonado a su proveedor habitual después de un grave problema en su última campaña. Al parecer se había producido un error de impresión en una serie de carteles de gran formato lo que retrasó la campaña ocasionando pérdidas a la empresa ya que se trataba de una fecha muy delicada. Así que ahora estaban buscando una nueva imprenta. Y llamaron a nuestra puerta.

Nosotros también somos especialistas en Impresion gran formato rigido tal y como ellos precisaban, pero es cierto que el escenario que se nos planteaba era complicado por el precedente. Todos los que trabajamos en este sector estamos acostumbrados a la presión. Sabemos que los tiempos son claves y que hay que conjugar la rapidez con la calidad. Pero también es verdad que los clientes deben entender que todo lleva su tiempo y que los días tienen 24 horas.

Como tampoco conocíamos todos los pormenores de los problemas que tuvieron con los anteriores proveedores, nosotros intentamos mantener el tipo en la primera reunión. Pero sospechábamos que se trataba de un encargo muy importante, probablemente el más importante que habíamos tenido hasta ese momento. Coincidió en una época en la que estábamos un poco desahogados así que podíamos cumplir los plazos que nos pusieron, pero el trabajo iba a ser complejo ya que el tamaño de los carteles era considerable.

Aunque somos especialistas en Impresión gran formato rígido, nos planteamos el proyecto como toda una prueba de fuego. El cliente tampoco se anduvo por las ramas y nos puso sobre la mesa todas sus exigencias además de ponernos algunos ejemplos de lo que habían hecho en las últimas campañas. Aceptamos el reto y nos pusimos a trabajar.

Lo cierto es que pensábamos que el cliente estaría muy encima nuestro durante el proceso de confección de los carteles, pero no fue así. Nos dejaron a nuestro ritmo y para nosotros esa es la manera que nos gusta trabajar, porque somos muy exigentes y no necesitamos que nos espoleen. Finalmente, el proyecto salió bien y fue nuestro mayor éxito.

La exposición 

Estábamos cardiacos, íbamos a ser nuestra primera exposición importante y no teníamos demasiada experiencia en la organización de esta clase de eventos. Pero cuando pusimos en marcha la galería sabíamos que este momento llegaría. Porque a la hora de organizar una exposición seria hay que cuadrar muchos elementos. No solo está la publicidad del evento, un aspecto decisivo para que la exposición tenga éxito, sino que hay que organizar el transporte y la colocación de las obras, además de diseñar un catálogo.

De esto último me encargué yo de forma prácticamente exclusiva. Mi socia, con más experiencia en cuestiones legales, ya tenía bastante trabajo con el todo el tema de los seguros vinculados al transporte de las obras, un verdadero galimatías desde mi punto de vista. Y como yo ya había trabajado en varios catálogos, me puse con ello. 

El problema a la hora de realizar un catálogo para una exposición es que hay que organizarlo con tiempo. No solo hay que escribir las reseñas y la información sobre las obras, sino que hay que dar tiempo a la imprenta para que pueda imprimir catalogos. De esta forma, se debe saber con mucho tiempo de antelación qué obras formarán parte de la exposición. Y no es tan sencillo cuando tienes que tratar con diversos artistas y cada uno tiene su ritmo de trabajo… y de contestación de emails. 

Así que al final se trata de una especie de prueba contrarreloj. Lo que fui haciendo fue adelantar todos los textos que podía en relación a la lista de obras que sí sabía que iban a ir seguro en la exposición e ir negociando con la imprenta. Por supuesto, la imprenta no puede imprimir catálogos hasta tener todo el material, pero ya teníamos todo listo. Finalmente, el catálogo quedó diseñado y llegó a tiempo para la inauguración.

No faltó un contratiempo, ya que uno de los pintores nos trajo una obra diferente a la acordada, pero todo eso lo aceptamos como parte de los fallos de una primera exposición. Para la próxima, seremos un poco más claros con los artistas…