Zapatillas para running, la importancia está en los detalles

Cuando se adquieren unas buenas zapatillas de running la calidad se mide en los pequeños detalles que las hacen grandes. Detalles que están presentes en cada una de las partes en las que se divide la zapatilla:

-Los cordones. Los cordones elásticos running están presentes en muchas de estas zapatillas. Esto permite que estén sujetas, pero que a la vez puedan ponerse y quitarse con facilidad. Importante si uno se presenta a las pruebas de triatlón o similares. En cualquier caso, es uno de los detalles menos importantes porque los cordones se pueden comprar por separado.

-Las lengüetas. Muchas zapatillas de running fallan precisamente en las lengüetas porque estas no se adaptan bien al pie y causan roces e incomodidades. Unas buenas lengüetas, con un diseño cuidado y un tamaño suficientemente largo para que los bordes no hagan daño ayudarán a no sufrir daños.

-La horma. No todo el mundo pisa de la misma manera ni tiene el mismo tipo de pie. Por eso, hay zapatillas con horma de mujer y zapatillas con horma masculina. Las zapatillas de hombre son siempre un poco más anchas. Pero incluso en unas y otras puede haber modelos con un ancho especial para quién lo necesite.

Cuando hablamos de la forma de pisar nos encontramos con zapatillas para supinador, que son las personas que giran el tobillo hacia el exterior al correr. Es una forma muy rara de pisar propia de las personas con el pie cavo. Muchas marcas no las fabrican, sino que directamente aconsejan usar el modelo de zapatillas neutras porque suelen irles muy bien a estas personas.

Las zapatillas neutras son aquellas diseñadas para la pisada de la gran mayoría de las personas, que son en general pronadores muy ligeros. Como hemos visto, también se recomiendan para los supinadores.

Existen por último las hormas para los sobrepronadores que son aquellas personas que generalmente presentan problemas de pies planos y que necesitan de unos soportes especiales.

-La plantilla. La plantilla de la zapatilla es lo más importante junto con la suela porque sobre estas dos piezas recae la amortiguación de la pisada. Al correr el cuerpo se eleva en el aire y cae de golpe sobre una parte del pie que recibe un fuerte impacto. Si este no es amortiguado por una buena suela y una excelente plantilla el pie puede sufrir lesiones, especialmente en la articulación del tobillo, pudiendo reflejarse también en la rodilla.