¿Por qué se producen infecciones en el oído felino?

La otitis, la condritis auricular y otras enfermedades que afectan al oído felino están causadas por infecciones de origen multifactorial. Su prevención consiste, en la mayoría de los casos, en mantener una higiene constante. Comprar Solución de limpieza de oidos de gatos, toallitas húmedas y otros útiles de aseo es una decisión acertada, pero tampoco deben adoptarse medidas sin conocimiento de causa. ¿Por qué se producen, pues, infecciones en el aparato auditivo de un gato?

La presencia de tierra, fibras vegetales y otros cuerpos extraños en el canal auditivo suponen una amenaza, pues actúan de «refugio» para gérmenes y bacterias. No es infrecuente que estos restos de suciedad deriven en una inflamación en el oído felino.

Los otodectes cynotis, demodex gatoi y otros ácaros desarrollan fijación por el sistema auditivo del gato, alojándose en su interior a expensas de su salud y bienestar. Su proliferación da lugar a irritaciones, pústulas, rojeces y otros síntomas, que de ningún modo deben confundirse con los producidos por alergias, que cada ejemplar puede desarrollar en mayor o menor grado.

Por su parte, los cortes, traumatismos y otras lesiones en el pabellón auricular y otras zonas próximas al oído aumentan el riesgo de infecciones. Las bacterias aprovechan cualquier resquicio en el organismo para acceder al torrente sanguíneo y propagarse. Incluso los rasguños más inofensivos suponen una amenaza para la mascota.

Menos frecuentes son los pólipos o tumores que se alojan dentro del oído felino y generan obstrucciones, que en poco tiempo comprometen la higiene del animal. Se trata de un factor de riesgo que se recomienda abordar con la mayor brevedad.

El déficit de higiene también está detrás de la acumulación de cerumen. Pese a ser una respuesta natural del organismo para ‘atrapar’ el polvo y las bacterias, el exceso de cera tiene el efecto contrario, siendo negativo para el gato.