Por cada centímetro cuadrado, la piel canina alberga hasta nueve mil capilares. Sin unos hábitos regulares de higiene, el pelaje de estas mascotas se convierte en un foco de suciedad, parásitos e infecciones, peligrosos para ellos tanto como para sus propietarios. Comprar Champú para pieles delicadas para perros y otros productos de aseo es una medida eficaz para mantener a estos animales limpios y saludables.
Un error común es utilizar geles y champús de consumo humano en la higiene canina, pues contienen agentes químicos que pueden resecar su pelaje y producir irritaciones cutáneas. Se recomienda adquirir productos especializados de marcas con un dilatado historial en el cuidado y aseo de perros.
Además, los cuidados y geles utilizados deben adaptarse al tipo de pelo de la especie en cuestión. Nada más opuesto que los capilares fuertes y densos de un labrador y los rizados y delicados de un caniche. En particular, estos últimos necesitan baños semanales con champús hidratantes, ya que tienden a resecarse, sobre todo durante la primavera y el verano. También son exigentes con el cepillado, práctica que la mayor parte de los dueños suele ignorar.
Y es que recortar y cepillar el pelo canino es primordial para mantener su brillantez y fuerza. Como en los seres humanos, la ausencia de cepillado favorece la acumulación de suciedad y de células muertas, con el consecuente aumento de los parásitos. Para prevenir esta situación, se aconseja cepillar al perro de tres a cinco veces a la semana.
Respecto a la higiene y los champús, pecar por exceso es otra mala práctica. La mayoría de los veterinarios sugiere que reducir el número de lavados al mínimo indispensable es lo correcto. La cantidad dependerá de las necesidades específicas del animal en cuestión.
Por otra parte, la alimentación repercute en la salud de la piel y el pelo caninos, razón por la que no deben faltar grasas, sales y vitaminas en su dieta.