El salón tropical 

El salón es el espacio que más me gusta de la casa por su buena iluminación. Al estar en la esquina del edificio tiene un amplio mirador para un lado y una gran ventana en el otro: todo eso aporta mucha luz natural que para mí es muy importante. Pero la luz natural tiene un hándicap: el calor cuando llega el verano. En una ciudad como la mía, en cuanto llega el verano el calor aprieta de lo lindo y eso supone altas temperaturas. Para protegernos en casa está al aire acondicionado, pero es un gasto considerable y hay que buscar también alternativas. 

Por eso hemos pensado en colocar estores solares en el salón. Ahora mismo no tenemos cortinas ni estores en el salón. Tuvimos hace un tiempo cortinas, pero no me gustaban y decidimos quitarlas. El problema que tienen para mí las cortinas es que perjudican las vistas desde el salón. A mí me gusta sentarme en el sofá y mirar por la ventana o el mirador. Y las cortinas, aunque sean traslúcidas ya impiden un poco una visión natural.

Por supuesto, las cortinas cumplen otra función que es la privacidad, pero en nuestro caso los edificios más cercanos están bastante lejos de forma que no hay problema por eso. Así que por eso decidí quitar las cortinas y quedarnos solo con las persianas que sí solemos bajar por las noches. Pero con la llegada del verano si queremos controlar la temperatura hay que bajar las persianas de día y no queda muy bien, porque las persianas impiden la entrada de luz completamente.

En este sentido, los estores solares cumplen una función intermedia. Gracias a materiales de nueva generación, esta clase de estores evitan la entrada del calor sin ser completamente opacos de forma que el interior suele quedar con una luz tamizada. Como sabemos, es importante minimizar la entrada de luz natural si queremos bajar la temperatura de un espacio, pero tampoco conviene quedarse a oscuras por razones obvias. Considero que estos estores pueden ser la solución perfecta para que nuestro querido salón no sea un salón tropical en verano.