Moverse en un escenario, esencial para cualquier artista

Existen diferentes artes en las que el intérprete tiene que aprender a moverse en un escenario. Evidentemente, un actor tiene que ser capaz de moverse con soltura para representar su papel y llenar el escenario incluso cuando está solo sobre el mismo. Por supuesto, también tiene que aprender a moverse cuando hay otras personas, compartiendo el espacio sin que haya problemas. Cuando se estudia una Diplomatura en Actuación Escénica en Madrid, el moverse sobre el escenario es algo que se trabaja de forma teórica, pero sobre todo práctica de manera muy intensa.

Para un bailarín es obvio que también es fundamental saber moverse. Y no nos referimos solo a los pasos de baile, sino a distribuir su coreografía por el escenario para que quede mucho más atractiva. Un buen baile, pero que se realiza todo en una esquina de un gran escenario, quedará totalmente deslucido, mientras que si el intérprete sabe moverse y conquistar todo el espacio, será perfecto.

Un arte en el que se suele olvidar el movimiento en un escenario es la música. En muchos conservatorios y escuelas de música convencionales se enseña a la persona a tocar o a manejar su voz. Pero olvidan que va a ser fundamental para ellos el saber desenvolverse en un escenario según la ruta que tomen. Si bien es cierto que un músico de orquesta estará en su silla, un cantante tendrá que saber expresarse, moverse y conquistar a su público no solo con su voz, sino con una interpretación integral.

Y los músicos que tocan de pie, por ejemplo, en un grupo que acompaña a una voz, también tienen que saber moverse y no quedarse rígidos en un mismo lugar, y esto es algo que con frecuencia no aprenden en las escuelas de música clásicas. Muchos acaban adquiriéndolo con la experiencia, pero lo deseable sería que tuvieran una formación al respecto que les facilitara las cosas.

Por eso, para cualquier artista que se haya formado en escuelas en las que no se haya estudiado el movimiento sobre el escenario, podría ser fundamental el realizar algún curso o máster en interpretación, que les ayude a completar su formación y a convertirse en artistas más completos que sean capaces de hacer disfrutar a la gente cuando suben a actuar, no solo con su arte, sino con su forma de moverse y su carisma sobre las tablas.