HAY QUE ECHARLE VALOR

Es raro encontrar hoy en día a gente que quiera hacerse una reducción de pecho. Por norma general la gente que se realiza esta clase de operaciones se las hacen por motivos de salud o por complejos que tengan los pacientes con sus pechos. Ahora también he de decir que las personas que se operan por complejos que padecen me parece muy triste, porque los complejos vienen por falta de confianza en uno mismo.

Una amiga mía se hizo una reducción de pecho en Vigo, y ahora mismo está muy contenta con el resultado, pero en su momento dijo que nunca lo había pasado peor. La razón es que no sabía lo que le iba a doler en las semanas después de haberse operado. No podía hacer casi nada por sí misma, por ese motivo tuvo que mudarse durante casi dos meses a casa de su madre para que le ayudará en todas las cosas que ella no podía hacer. Menos mal que fue un poco inteligente y no se operó en verano, lo hizo con tiempo suficiente para poder disfrutar de la playa en verano, de lo contrario se lo hubiese perdido seguro.

 

Una vez que ya he visto lo que mi amiga tuvo que sufrir después de la operación, personalmente yo no creo que tuviese el valor suficiente para enfrentarme a una operación de esta envergadura, Hay que estar muy mentalizado para poder soportar el postoperatorio, pero cuando no te queda otra opción para mejorar tu vida diaria, hay que cerrar los ojos y saltar hacia la operación. Pero eso sí, tienes que tener a alguien al lado para que te ayude en las semanas posteriores a la operación, porque de lo contrario la recuperación se podría convertir en un infierno

 

Estoy seguro que hay muchas otras operaciones que tienen un postoperatorio mucho peor que el de la operación a la que se sometió mi amiga. Pero hay que decir que hay que alabar el valor de la gente que se enfrenta a esta clase de operaciones, no es fácil encontrar el valor suficiente para un propósito tan complicado.