Cuando organices tu viaje, no te dejes flecos

¿Eres una persona organizada cuando viajas o eres de esas que cuando abren la maleta se dan cuenta de que les falta la mitad de lo que necesitan y les sobra la mitad de lo que han traído? La mayoría de nosotros pecamos de no organizar bien los viajes y eso acaba generando estrés. Y es algo que podemos evitar fácilmente con una buena planificación previa.

La mayoría de los viajes que realizamos son a lugares cercanos y en lo que se ha dado en llamar civilización. Es decir, a ciudades o pueblos en los que hay todo tipo de servicios. Por tanto, vamos a centrarnos en la organización de un viaje de este tipo dando por hecho que ya hemos mirado guías para saber qué visitar una vez que estamos allí.

Para empezar, evita transportar en la maleta todo lo que puedes comprar a precios económicos en el lugar que vas a visitar: productos de aseo y comestibles, sobre todo. Si eres de esas personas que suelen comprar muchas cosas en sus viajes para tener recuerdos de todo lo que visitas, entonces deberías de llevar en tu maleta prendas que puedas dejar en tu lugar de destino. Por ejemplo, zapatillas ya gastadas que son cómodas para andar pero que no tienen demasiada vida útil. Así, quedará espacio para poder traerse recuerdos.

Otro aspecto que hay que organizar bien es la logística. Viajar en coche hasta el aeropuerto es lo más cómodo, sobre todo si este no está en la ciudad. Así, se evita tener que ir en autobús o tren hasta el lugar de destino y enlazar aquí con un nuevo transporte.

Pero es conveniente encontrar un parking barato cerca atocha y reservar los días para evitar pagar un dineral porque el vehículo quede a buen recaudo. Dejarlo en la calle no es una opción, primero porque no hay muchos espacios para hacerlo y segundo porque podría tener un accidente y no nos enteraríamos hasta que regresáramos de las vacaciones.

Al regresar del viaje solo tendríamos que coger de nuevo el coche y volver a casa, sin tener que esperar ni estar pendientes de los horarios de los servicios públicos. Estos horarios podrían incluso obligarnos a pasar una noche en la ciudad aumentando el precio de nuestras vacaciones, sobre todo si este aumento se da a la ida y también a la vuelta.